Minuto a minuto, varias veces al día y sin darnos cuenta, buscamos la ayuda, la participación o la colaboración de alguien que esté cerca.
Es cotidiano. Aunque no nos demos cuenta. Por eso, cuando se solicita explícitamente «colaboración«, esta se convierte en algo especial. ¿Quizá por tener que dedicar un tiempo no controlado de repente?
Colaborar ¿por qué y para qué?. ¿Podemos ser innovadores reflexionando sobre ello?
¿Por qué?
En el transcurso de los años de mi carrera profesional he ido validando perfiles de colaboración. Filosofías que se sincronizan con formas de trabajar de las personas, o de los equipos que las integran. Siempre he considerado que el gen de la colaboración, para cualquier cosa, era parte de mi ADN. Creo que por eso el proyecto de mi compañía, Sistemiza, ha fructificado con nobleza e ímpetu, y con una sólida base de valor hacia la colaboración permanente con otras partes. Con nuestros «grupos de interés»…e incluso con los que no lo son (o todavía no tenemos identificados: ahí está la magia).
Actualmente estoy feliz de colaborar con un dinámico grupo de investigación patrocinado por Ecosistema Más Empresa de la Fundación Ibercaja. Un interesante proyecto muy bien titulado: Future Labs: – Colaborar para Innovar.
Y…¿para qué?
No quiero ser un tecnólogo en la virtud de los hábitos colaborativos, por supuesto, pero si que con mi experiencia poder ayudar a determinar los perfiles que marcan las tipologías de colaboración que pueden darse en el ámbito de los negocios o la vida laboral. En la reflexión está la posible regla, y creo que estos «perfiles» muy posiblemente puedan marcar metodologías de colaboración, llegando a tecnificar este asunto para que pueda ser útil a otros. Empresas, organizaciones o personas. Tanto, como para que pudiera servir de base de investigación en el desarrollo de escenarios de colaboración particulares, o generales.
Está meridianamente claro que cuándo hay una necesidad, lo común es que las personas nos prestemos ayuda. Cuando hay una actividad económica por en medio, la cosa cambia. Siempre hay un principio. Alguien solicita colaborar para algo. Y la otra parte lo primero que va a pensar es: ¿por qué necesitas que colaboremos? ¿y para qué quieres colaborar conmigo?
El Corto Plazo
Encuentro el primer perfil típico de colaboración entre partes. A las preguntas por qué y para qué se está buscando una inmediata respuesta oculta en el interior que es el ¿y yo que gano con esto?. A veces se expresa con rotundidad esa pregunta o a veces no. Seguramente si es que no, son mentes más pacientes para atender una completa explicación a la situación de colaboración que se está dando.
Debemos tener presente siempre que la Colaboración es un acto de solicitud por una de las partes. No es algo espontaneo que surge al azar y sin planificar. Desde este matiz, siempre hay un demandante, o un ofreciente. Demandante es quien necesita algo que no sabe o no tiene, y ofreciente es quien conociendo lo que sabe o tiene, se ofrece a compartirlo.
La Colaboración es algo que va más allá. Es el hecho de, independientemente de lo que tengas o sepas, expresar el deseo de intercambiar lo material o el conocimiento, asegurando que va a ver un beneficio mutuo.
Ejemplo sencillo, de escuela: «te dejo el lápiz porque tu no tienes; úsalo durante todo el día pero hazme un rótulo chulo, porque a mi me salen muy mal y a ti te cuesta poco hacerlo».
Llevémoslo al mundo de los negocios. Una de las partes tiene una necesidad. Solicita una colaboración. Identificamos rápidamente las habilidades de cada parte, Y se propone un intercambio de intereses. Al terminar esa experiencia, fin de la historia. Es la Colaboración del Corto Plazo.
Perfil del Corto Plazo
En la Colaboración del Corto Plazo es plausible desde el primer momento el beneficio económico mutuo, o al menos para una de las partes. Ya que es posible que para una de las partes la Colaboración la perciba como un perfil de Corto Plazo, pero sin embargo para la otra parte la considere dentro de alguno de los otros perfiles de Colaboración que veremos más adelante.
En el Corto Plazo mutuo las partes identifican el marco de colaboración con precisión, determinando:
- Las necesidad
- Las habilidades
- El rendimiento económico (reducción de costes, ahorro, recursos)
- El plazo de colaboración
Ejemplo representativo:
Pedro, un autónomo español especializado en marketing digital le ha contactado una compañía francesa para desarrollar una campaña de marketing específica para uno de sus líneas de producto. El autónomo no sabe francés pero la documentación la tiene que generar en dicho idioma.
Por otro lado, Sara, una autónoma española especializada en traducciones en francés quiere avanzar en su visibilidad en la red social LinkedIn para obtener más contactos y futuros clientes. Las dos partes acuerdan una colaboración, en la que Pedro desarrollará una pequeña campaña para Sara, y Sara realizará la traducción de la documentación que Pedro necesita para su cliente francés.
Se ponen un plazo para realizar estos servicios de un mes. En el caso de Pedro, el plazo viene determinado por su cliente. En el caso de Sara, no lo tiene definido, pero acepta que pueda ser el mismo plazo que el que tiene Pedro para presentar la traducción.
Pedro pidió varios presupuestos a especialistas en traducción y la expectativa era un coste de unas 50 horas, a 25 €/hora, aproximadamente 1.250 €.
Sara se interesó con varios conocidos expertos en marketing que le dieron un presupuesto de unos 1.000 € para lanzarle una campaña en LinkedIn, incluyendo anuncios patrocinados.
Ambos consideran que pueden disponer de al menos un par de horas al día para dedicarlo a la colaboración, con lo que asumen que a costa de la dedicación de tiempo cada uno va a obtener un ahorro en sus costes. Incluso en el caso de Pedro, es aun más interesante, puesto que ese servicio lo tenía ya incluido en sus costes de venta, por tanto su margen va a ser mayor. En el caso de Sara, directamente su campaña de promoción en LinkedIn le va a salir gratis y la repercusión en nuevas oportunidades de negocio estarán aseguradas.
¿Dónde es habitual?
Podemos encontrar infinidad de ejemplos de este tipo en la actualidad. Es un perfil de colaboración que se ha podido hacer extensivo en espacios de co-working, en dónde grupos de autónomos con diversas especialidades se intercambian actividades. En espacios cooperativizados de co-working es aun más habitual. O en espacios de emprendimiento en dónde hay unas reglas de «venta de tiempo» en el que todo el que quiera participar en esos foros, se obliga a ofrecer su tiempo e intercambian actividades que cada uno necesita para su propio negocio.
Dejo en el aire mi pregunta: considerando el perfil anterior, ¿seríamos capaces de diseñar y crear una metodología que definiera las líneas base, la guía básica para ayudar entornos colaborativos de este tipo Corto Plazo?
Mi respuesta es SI.
El Corto Plazo Euros
He creído interesante hacer esta definición especial del perfil Corto Plazo, como un sub-perfil. Porque creo que este sub-grupo es la madre de todos los inicios de colaboración. Y ¿por qué?. Porque lo tenemos embebido en nuestra cultura desde tiempos inmemoriales. El Corto Plazo Euros es muy sencillo: Necesito, me ofreces, te compro, y además yo también te ofrezco, necesitas y me compras. ¿Es una colaboración? Si. Por que hay dos partes que tienen claro su beneficio. No es una transacción comercial al uso. Hay un acuerdo de que las dos partes van a planificar unos beneficios, a través de una comunicación a nivel de inter-negociación más confidencial, y que les va a garantizar una mejor y más rápida ejecución de sus propósitos.
La identificación del perfil es exactamente el mismo que en el Corto Plazo, excepto que se añade la transacción comercial. Y el motivo por el que se añade la monetización de los servicios no es otro que asegurar 100% el compromiso de las partes.
Con mi experiencia sobre todo en entornos industriales, esta forma de colaboración es más habitual. La compra-venta de productos o servicios entre empresas conocidas en sectores industriales es muy común.
Ejemplo simple
Suministros Pedro que está en ubicado en un polígono industrial de Zaragoza está especializado en componentes neumáticos, pero ocasionalmente clientes de confianza le solicitan componentes electrónicos para completar sus instalaciones. Electro-Sara está ubicada en el mismo polígono que Suministros Pedro, está especializado en componentes electrónicos pero ocasionalmente algunos de sus clientes de confianza le solicitan algún componente neumático para completar la instalación. Suministros Pedro y Electro-Sara se conocen bien y tienen un acuerdo para comprarse materiales que no tienen de sus respectivas especialidades, por supuesto sin hacerse la competencia. Se dan un servicio rápido y con precios especiales entre ellos. Además los comerciales de ambas empresas se conocen bien y los gerentes suelen almorzar juntos en el restaurante del polígono los viernes por la mañana.
¿Es una colaboración? Repito: Si.
Y de nuevo pregunta al aire: ¿podríamos metodizar una guía de buenas prácticas y consideraciones que ayuden a que los círculos de sobre todo PYMES sean más extensos y productivos en colaboraciones Corto Plazo Euros?
También creo que SI.
En un próximo artículo seguiré profundizando en los otros perfiles de colaboración que he experimentado durante mi carrera profesional: Colaboración estratégica, Colaboración Largo Plazo, Colaboración Intelectual.
Gracias por vuestra lectura.